Actualización de información a enero de 2020:

Debido a los enfrentamientos militares entre las fuerzas federales y regionales en Tigray (Etiopía), la Alianza Shire suspende parcialmente su proyecto hasta abril de 2021

Puedes seguir la situación del conflicto a través del portal de Emergencias de ACNUR en Etiopía

 

Población refugiada procedente de Eritrea

La población eritrea, junto con la siria y la afgana representan los grupos más numerosos de refugiados y refugiadas que están llegando a Europa en los últimos meses.

Etiopía se ha convertido en un país de tránsito para los eritreos que intentan llegar a Europa.

Miles de eritreos, muchos de los cuales son menores no acompañados, huyeron de su país debido a las continuas violaciones de los derechos humanos.

Por otro lado, Eritrea es uno los países más herméticos del mundo y por ello es difícil contar con información fiable.

En julio de 2018 se firmó la paz entre Etiopía y Eritrea, después de estar cerca de 20 años en un estado de guerra constante.

Además, en septiembre de 2018 se abrió la frontera entre ambos países.

campos de refugiados

Los campos de refugiados en Shire

Hasta 2020, existían alrededor de 72.000 personas registradas en los campos de refugiados de Shire, al norte de Etiopía con frontera con Eritrea (Dato de ACNUR. Diciembre de 2018).

Eran esencialmente hombres jóvenes que huían del servicio militar obligatorio e indefinido, ahora también están llegando mujeres y niños, cuyo principal motivo para abandonar el país es la reunificación familiar.

Ante la falta de oportunidades en los campos, muchos de ellos se aventuran a un viaje hacia Europa en el que se exponen a grandes peligros como la brutalidad de los traficantes y tratantes, el calor del desierto y el conflicto en Libia durante su paso por dicho país.

Por otro lado, Etiopía se ve expuesto de manera continuada a graves sequías que afectan en conjunto al Cuerno de África, y pueden afectar de manera significativa a los campos.

 

Las comunidades de acogida

La población refugiada tiene una gran relevancia en las dinámicas económicas, y un gran potencial para hacer una contribución socioeconómica significativa a las comunidades de acogida.

Por ello estamos trabajando con ambas poblaciones para aprovechar los recursos de cada una de ellas y mejorar sus servicios básicos y su calidad de vida.

La inclusión de las personas refugiadas permite contribuir a la economía local e impulsar el desarrollo de las comunidades de acogida.

Si se dan oportunidades a los refugiados para sostenerse/apoyarse a sí mismos y a sus familias, pueden contribuir positivamente a las comunidades que los albergan, consiguiendo un empoderamiento mutuo, tanto social como económicamente.

 

El acceso a la energía

Los campamentos de refugiados de Shire, con excepción del campamento de Hitsats, están conectados a la red eléctrica nacional.

ACNUR se encarga, a través de la Administración para Asuntos de Refugiados y Retornados de Etiopía (ARRA), de cubrir los costos de electricidad en los campos mediante el pago a la Empresa de Electricidad de Etiopía (EEU).

Sin embargo, el cableado eléctrico mal instalado y la fuente de alimentación irregular ponen en peligro la disponibilidad del servicio y causan cortes de energía. Por ello, solo hay seis horas de electricidad por día.

Además, existe un alto riesgo de descargas eléctricas debido a la falta de dispositivos de protección, ni para las instalaciones ni para las personas.

Por otro lado, el uso de la leña para cocinar está causando progresivamente la deforestación en las zonas periféricas de los campos.

Las mujeres y las niñas, a cargo de la recolección de leña, deben caminar distancias más largas cada vez, expuestas a riesgos de seguridad.

El proyecto piloto de la Alianza Shire en el campo de Adi-Harush ha logrado extender la iluminación pública a lo largo de cinco kilómetros, e impartir una formación a 19 personas en instalación, gestión y mantenimiento de la red eléctrica y del alumbrado público.

Además, se ha conectado a la red eléctrica diversos servicios comunes como mercados, escuelas, un centro de salud, cocinas comunitarias, etc.

En la segunda fase, entre 2018 y 2022, estamos extendiendo el proyecto a tres nuevos campos de refugiados.

Además de la instalación de la red eléctrica y el alumbrado público, incorporamos sistemas fotovoltaicos domiciliarios, tanto en estos campamentos de refugiados como en las comunidades de acogida.

  • El pasado año, el proyecto piloto desarrollado en el campo de Adi-Harush supuso cuatro kilómetros de alumbrado y la conexión de diversos servicios, entre ellos varios mercados, cocinas comunitarias y una escuela, a la red eléctrica.
  • En los próximos tres años, dentro del marco del proyecto, los cinco socios de la Alianza trabajarán conjuntamente con la población refugiada y las comunidades de acogida en el Norte de Etiopía para continuar mejorando su acceso a electricidad.

El 19 de julio de 2018:

Presentamos en Shire el proyecto de los próximos 3 años para mejorar el acceso a la electricidad en cuatro campos de refugiados de esta región.

En el evento participaron representantes de los socios de la Alianza -formada por Iberdrola, Signify (antes Philips Lighting), Fundación ACCIONA Microenergía, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y el Centro de Innovación en Tecnología para el Desarrollo de la Universidad Politécnica de Madrid (itdUPM)-, así como el embajador de España en Etiopía, Borja Montesino Martínez del Cerro, y el embajador de la Unión Europea en Etiopía, Johan Borgstam.

El objetivo del proyecto será mejorar las condiciones de vida de la población refugiada que vive en los campos de Shimelba, Hitsats, Mai-Aini y Adi-Harush, y de las poblaciones locales que viven alrededor de los mismos, extendiendo el acceso a la red eléctrica de estos campos, instalando sistemas fotovoltaicos aislados y alumbrado público, alcanzando a alrededor de 40.000 personas.

Todo ello se realizará con especial énfasis tanto en la formación como en el diseño de modelos de negocios conjuntos entre población refugiada y comunidades de acogida.

Alejandra Rojo, coordinadora de la Alianza Shire, considera que “no estamos hablando de trabajar de forma tradicional –business as usual-, esto es difícil, pero sólo en alianza podemos resolver problemas complejos”.

El embajador de España en Etiopía, Borja Montesino Martínez del Cerro, destacó en la presentación el enfoque que ha utilizado la Alianza Shire, centrado al mismo tiempo en las personas refugiadas y en las comunidades de acogida, como así señala además el Marco de Respuesta Integral para los Refugiados (PDF), resultado de la Declaración de Nueva York para los Refugiados y los Migrantes de 2016.

Para el embajador de la Unión Europea en Etiopía, Johan Borgstam, “esto no es sólo un problema técnico, sino también social y medioambiental, y de esta forma lo está abordando esta alianza”.

En 2017, la Alianza Shire finalizó su primer proyecto de acceso a energía en el campo de Adi-Harush, donde viven más de 8.000 personas refugiadas, y en el que se conectaron a la red eléctrica una escuela, cocinas comunitarias, pequeños negocios, así como la instalación de cuatro kilómetros de iluminación pública.

El proyecto se realizó junto con la población refugiada, a la cual se formó en conceptos técnicos para la instalación y mantenimiento de estas infraestructuras.

Los impactos de este proyecto han sido numerosos, como la reducción de la deforestación de la zona –recogida de leña fundamentalmente-, la reducción en las emisiones de gases contaminantes derivados de la quema de leña y diésel (junto con el ahorro económico que conlleva), además de una mayor seguridad para las niñas y mujeres en horas de oscuridad.

Estos buenos resultados han llevado a la Alianza Shire a extenderlo a nuevos campos de esta región, iniciando ahora un proceso de co-creación con las entidades implicadas, la población refugiada y la local para que la extensión del acceso a energía también cree oportunidades de formación, generación de pequeños negocios, empleo, etc.

En esta fase también estarán colaborando entidades como la compañía eléctrica nacional etíope (EEU), la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), la oficina etíope para asuntos de refugiados (ARRA), la oficina regional de la energía, la organización holandesa ZOA y el Consejo Noruego para Refugiados (NRC).

 

Etiopía, un país de acogida

Con más de 900.000 personas refugiadas (ACNUR, mayo 2018), Etiopía es de los principales países receptores del mundo y el segundo de África. Los campamentos en la región de Tigray –norte de Etiopía- acogen principalmente a refugiados de Eritrea.

Estos desplazamientos de población suponen un gran reto para garantizar unas mínimas condiciones de vida. Por ello, el acceso a energía se convierte en una de las primeras prioridades y que lleva a la mejora de otros servicios básicos como la alimentación y la educación, generación de medios de vida, reducción del impacto medioambiental, seguridad esencialmente para las mujeres y niñas, etc.

Un reto tan complejo como éste requiere la puesta en marcha de alianzas estratégicas entre actores diversos. Por ello, la Alianza Shire es hoy un espacio de colaboración e innovación que permite a organizaciones con culturas y tradiciones de trabajo muy diferentes colaborar e innovar para afrontar un problema tan complejo como la mejora de los servicios energéticos a personas que tienen que salir forzosamente de sus regiones de origen, estableciéndose temporalmente en campos de refugiados.

El pasado 12 de octubre, Alejandra Rojo, del equipo técnico del itdUPM, presentó en Bristol el proyecto piloto llevado a cabo en el Norte de Etiopía por la Alianza Shire, donde gracias a la coordinación entre administración pública, empresas y universidad, se ha logrado avanzar en la resolución de un problema complejo en la acción humanitaria: el acceso a energía en campos de refugiados.

El simposio

El simposio, organizado por la Sociedad de Científicos Españoles en Reino Unido (CERU), en colaboración con el Instituto Cabot y el Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Bristol, mostró el trabajo de diversos grupos de investigación que actualmente buscan soluciones al problema de la provisión de energía en asentamientos temporales.

Además de trabajar con actores tan diferentes, la participación de los refugiados ha desempeñado un papel fundamental, desde la formación a la instalación de los equipos”, señaló Alejandra Rojo al explicar el proyecto piloto de la Alianza Shire, la primera alianza española en Acción Humanitaria impulsada por el itdUPM y en la que participan Iberdrola, Fundación Acciona Microenergía, Philips Lighting y la Agencia Española de Cooperación.

Avances en los campos de refugiados

En estos momentos ya se ha instalado en uno de los campos de refugiados del Norte de Etiopía alumbrado público en más de cuatro kilómetros y conectados servicios como una escuela primaria, dos cocinas comunales y 36 pequeños negocios, con el apoyo de ACNUR y la Agencia Noruega para los Refugiados.

 

En este simposio también participó Owen Grafham, de Chatham House y co-autor del libro “Calor, Luz y Energía para Refugiados: salvando vidas, reduciendo costes”, en el que destaca la gestión ineficaz de recursos energéticos y que provoca que “alrededor de 20.000 personas desplazadas mueren prematuramente cada año como resultado de cocinar con fuegos de leña”.

Mónica García, de la Agencia Internacional de Energía, se centró en las emisiones de CO2 y en las tecnologías emergentes, como el desarrollo de nuevos disolventes de CO2 para almacenar carbono.

Por último, Irene Merino Jiménez, investigadora del CSIC y del Centro de Bioenergía de Bristol, explicó los beneficios del desarrollo de células de combustible microbianas, basados en el aprovechamiento de residuos orgánicos (como la orina) para generar energía.

Tecnología

Esta tecnología genera energía eléctrica directamente mediante la descomposición de la materia orgánica a través del metabolismo de microbios previamente introducidos en el sistema.

Descarga el último informe de ACNUR sobre las personas refugiadas en Etiopía (Septiembre 2017), en PDF

nautia metodología

El pasado mes de septiembre, Carlos Mataix, director del itdUPM, y Julio Lumbreras, miembro del itdUPM y representante de la UPM para Norteamérica, participaron en la quinta edición de la Conferencia Internacional sobre Desarrollo Sostenible #ICSD2017, celebrada en Nueva York.

En el evento presentaron el artículo académico “UPM campus as a test bed of public policies and social innovation (PDF)” por el que recibimos el premio al mejor paper presentado en el congreso, y “Going beyond rhetoric in building multi-actor environments at universities (PDF)” para explicar cómo el itdUPM se ha ido configurando como espacio privilegiado para la construcción, gestión de alianzas innovadoras entre diferentes actores y la innovación social en sí misma.

Facilitando la alianza

Mataix y Lumbreras explicaron cómo el itdUPM ha logrado provocar y acelerar colaboraciones transformadoras entre disciplinas –más de 200 investigadores de diversas escuelas-,y con otras organizaciones –empresas, administración pública, ONG o instituciones internacionales-.

El ejemplo expuesto en la conferencia, y analizado en el artículo, fue la Alianza Shire, en la que participan tres empresas, dos agencias de desarrollo y una organización internacional.

El itdUPM ha desempeñado un papel clave como facilitador de esta alianza, desarrollando habilidades como la gestión del tiempo, la mediación entre culturas organizacionales diversas, alineamiento de incentivos o construcción de relaciones de confianza.

innovación social

Proyecto piloto

Y el resultado fue el proyecto piloto (PDF) desarrollado en Adi_Harush, campo de refugiados en el Norte de Etiopía, de extensión de la red eléctrica e instalación de iluminación, con la participación directa de la población refugiada.

El diseño del proyecto piloto partía de unos principios que el itdUPM ya está aplicando en sus procesos de innovación:

  • Foco en la formación práctica, en este caso de la población refugiada (learning by doing)
  • Utilizar la infraestructura del campo como un laboratorio.
  • Crear un banco de pruebas de innovaciones que pueden reaplicarse en otros campos.

Reflexionando

La aplicación de estos principios en el proyecto piloto ha llevado a reenmarcar la forma en la que pensamos los campos de refugiados para formularnos las siguientes cuestiones en el desarrollo de la próxima fase de la Alianza Shire:

  • ¿Qué pasaría si pudiésemos extender la idea de laboratorios vivos –living labs– a contextos extremos como son los campos de refugiados?
  • ¿Qué pasaría si pudiésemos cocrear hubs de conocimiento e innovación que puedan extender las soluciones de sostenibilidad en los países de acogida?
  • ¿Y qué pasaría si conectásemos estos hubs en los campos de refugiados con espacios similares en campus universitarios?

La electrificación rural aislada, acceso universal a la energía.

Esta publicación es el resumen del seminario sobre «el acceso universal a la energía», que tuvo lugar entre 8 y el 10 de junio de 2016 en el Centro de Formación de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), en Santa Cruz de la Sierra (Bolivia).

Tanto en el seminario como en esta publicación ha participado el itdUPM como miembro de la Mesa de Acceso Universal a la Energía.

El seminario se diseñó como instrumento para que tuviera lugar un encuentro entre las administraciones implicadas (ministerios y reguladores energéticos) y los agentes que están actuando en la electrificación de las zonas aisladas, como son las ONG´s, las Universidades y las empresas (éstas últimas movidas por su interés con respecto a la RSC), con el fin de que interaccionasen y compartiesen sus experiencias en este ámbito.

El seminario tuvo como objetivo la búsqueda de soluciones a los problemas y retos que suponen el acceso universal a la electricidad de las comunidades rurales aisladas, con especial énfasis en las condiciones para la sostenibilidad del servicio.

En el seminario se mostraron por una parte, las experiencias prácticas que pudieron compartir los agentes, en las que se identificaron las barreras y las buenas prácticas deseables, y por otra, las experiencias regulatorias de los reguladores sobre la electrificación rural y en especial en la electrificación de las zonas aisladas, donde existen escasas regulaciones nacionales por el momento.

energia

El próximo 29 de mayo organizamos en Madrid la presentación Alianza Shire, la primera alianza público-privada en la Acción Humanitaria creada en España, y cuyo objetivo es la provisión de acceso a energía a poblaciones refugiadas y desplazadas.

Durante la jornada, en la que participarán representantes de todas las entidades que forman parte de la Alianza Shire así como expertos internacionales en alianzas y acción humanitaria, se presentarán los resultados del proyecto piloto que hemos llevado a cabo en los campos de refugiados de Shire (Norte de Etiopía).

Regístrate ahora en la jornada de presentación de Alianza Shire

Fecha: 29  de mayo, 2017
Lugar:
 Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID). Av. de los Reyes Católicos, 4, Madrid

 

alianza shire

Manuel Pastor, exalumno del Máster en Estrategias y Tecnologías para el Desarrollo, se encuentra en los campos de refugiados del norte de Etiopía. Coordina los trabajos de la Alianza Shire en la que participa el itdUPM y trabaja de cerca la electricidad de los campos de refugiados.

En la carretera que une Shire, pueblo que da nombre a los campos de refugiados con Mai Tsabri, no es extraño ver a mujeres y niños subiendo cuestas interminables con cantidades de leña a sus espaldas dignas de auténticos portentos físicos.

Unas cuatro horas de electricidad al día no resultan ni de lejos suficientes para abastecer de energía los pocos servicios comunales que se encuentran conectados a la red eléctrica.

Los constantes cortes del suministro convierten a los generadores diésel en la auténtica fuente de energía eléctrica dentro del campo.

Conviviendo con la red, se puede observar una maraña de cables que conectan generadores particulares con los pequeños negocios que regentan algunos refugiados.

Basta con visitar la escuela primaria para entender hasta qué punto es necesaria una intervención que conecte al centro a la red. En esta escuela estudian unos 2.000 niños y niñas.

Apenas un par de bombillas alumbran el centro educativo. Necesitan, además, una gran cantidad de leña para preparar la comida de los 2.000 alumnos, por lo que lo dejan libre para las emisiones de gases y la deforestación de la zona.

Por otra parte, los trabajadores humanitarios abandonan el campo al caer la noche (a las 18:00), por lo que deja de ser seguro.

Unas pocas lámparas solares, de las que se encienden una ínfima parte, a duras penas dejan ver con nitidez unos metros de la calle principal.

En el resto del campo reina la oscuridad, haciendo imposible desarrollar otras actividades, y convirtiendo el simple hecho de ir a una letrina en algo temerario.

En las inmediaciones del campo de Adi-Harush, donde se da refugio a unos 8.000 eritreos, no queda lugar a la duda: la electricidad es un lujo.