Reunión del equipo de la Alianza Shire con representantes del pueblo que acoge el campamento de Mai Aini

El pasado mes de mayo, un equipo de la Alianza Shire ha estado visitando los campos de refugiados donde estamos trabajando hasta 2021, con el objetivo de coordinar el proyecto con las organizaciones socias, la población refugiada y las comunidades de acogida, así como recopilar información técnica.

Estas visitas han permitido conocer de primera mano cuáles son las condiciones de acceso a energía de la población refugiada y cómo están funcionando algunos de los pequeños negocios que existen en los campos, los recursos con los que cuentan o las necesidades para mejorar esos negocios.

En el caso del campo de Shimelba, con más de 1.700 asentamientos, cuenta con cinco generadores privados a los que no más del 30% del campo está conectado. A partir de estos generadores, las familias pagan 100 birr al mes (3 euros) por un punto de luz y 600 birr al mes (18 euros) por electricidad para una nevera.

Tienda en el campo de refugiados de Mai-Aini

En este campo nos encontramos con diferencias sustanciales entre el coste del acceso a energía entre el propio campo y la comunidad de acogida. Así, uno de los pequeños negocios visitados paga por un punto de luz durante cuatro horas al día 90 birr al mes (2,7 euros) y por energía para una nevera 150 birr al mes (4,5 euros).

En cambio, otra tienda en la comunidad de acogida paga por un punto de luz 30 birr al mes (0,90 euros) y por la energía para una nevera 27 birr al mes (0,80 euros).

Esta diferencia se debe a que en el campo de refugiados, la electricidad proviene de generadores privados, mientras que en la comunidad de acogida se suministra a través de conexiones irregulares a la red eléctrica.

Campo de refugiados de Shimelba

Uno de los negocios más habituales en los campos de refugiados es la recarga de móviles, así como reparaciones de pequeños electrodomésticos (móviles, radio, televisión, etc).

En el campo de refugiados de Mai-Aini, Abdel Hatil -nombre ficticio por razones de seguridad- tiene un taller para este tipo de reparaciones desde hace 10 años. El taller está conectado a la red eléctrica general de forma irregular, y paga por un punto de luz 100 birr al mes (3 euros).

En el campo de Hitsats, Koren Hall -también nombre ficticio- tiene una pequeña tienda que dedica únicamente a la recarga de móviles. Está conectado a un generador privado por el que paga 450 birr al mes (14 euros). Cada día recarga una media de 100 móviles, y cobra 2birr (0,06 euros) por cada una de estas recargas.

Los problemas de acceso a electricidad en estos casos son similares y, en muchas ocasiones, la población refugiada no tiene capacidad para asumir los costes, fundamentalmente aquellos que provienen del suministro de generadores privados.

Desde la Alianza Shire, se estudia un modelo que permita un acceso a energía asequible y de calidad para la población refugiada y las comunidades de acogida, y que asegure un mantenimiento a largo plazo a través de la formación y generación de pequeños negocios para el mantenimiento.

El pasado mes de octubre, profesores e investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid viajaron al campo de refugiados de Shimelba (Etiopía) para poner en práctica una metodología interdisciplinar, identificando acciones para poner en valor la calidad de vida de las comunidades de los campos de refugiados.

El objetivo de la misión era recoger información clave de contexto para poder desarrollar en el futuro acciones conjuntas y contribuir así a la mejora de las condiciones de vida de la población local.

El equipo estaba formado por Alberto Sanz (CEIGRAM), enfocado en agricultura, cambio climático y agua; Adela Salas y Belén Gesto (ICHaB), especializadas en urbanismo, habitabilidad básica y autoconstrucción con materiales locales; y Andrea ErasInstituto de Energía Solar-, especializada en energía, TICs y educación.

Algunas de las soluciones preliminares que se plantean son huertos comunitarios, mini-grids o la mejora de los hogares a través de la autoconstrucción.

Durante la visita se realizaron reuniones participativas con entidades locales, con ARRA (entidad etíope responsable de gestionar los campos), ACNUR y el Comité de Refugiados, con el fin de comprender la dinámica de los campos y cómo los diferentes actores operan y gestionan los mismos.

Finalmente, como último componente de la metodología, se llevaron a cabo varios talleres participativos con tres grupos focales: población general, jóvenes y mujeres. El objetivo era conoce las necesidades de la población de forma directa, y no a través de estructuras jerarquizadas que, en numerosas ocasiones, conllevan que se pierda una información muy valiosa.

Manuel Pastor, equipo técnico de la Alianza Shire

Así, una de las dinámicas permitió que mujeres y niñas identificasen en un mapa del campo cuáles eran los puntos en los que se sentían más inseguras, en relación con las rutas y tareas que realizan a diario.

El campo de Shimelba está localizado en la región de Shire (al norte de Etiopía), y alberga a más de 6.000 personas refugiadas de Eritrea. La mayoría de ellas son de la etnia kunama, una minoría marginalizada en Eritrea, mayoritariamente situada en zonas remotas rurales cerca de la frontera con Etiopía, y que comenzaron a llegar a Shimelba hace unos 20 años.

Una de las principales conclusiones de la misión fue la oportunidad que supone trabajar con la gran cantidad de recursos ocultos, en muchas ocasiones infrautilizados, junto con una realidad compleja en la que se mezclan infinidad de actores y dinámicas, incluyendo a la población local con la que hay multitud de relaciones.

En palabras de Alberto Sanz, “realidades como las del campo de Shimelba ponen de manifiesto la necesidad de colaborar entre diferentes disciplinas y actores para contribuir a desarrollar las numerosas capacidades que hay en este tipo de situaciones”.

Durante este año, y una vez que finalice el análisis de la información recabada, este equipo seguirá trabajando para mejorar la metodología y hacer de ella una herramienta útil para la comunidad humanitaria.

Estimados amigos/as,

Aquí os presentamos algunas novedades sobre el proyecto que estamos desarrollando para extender el acceso a la energía en cuatro campos de refugiados en Etiopía, y sus comunidades de acogida, y que abarcará a unas 42.000 personas hasta 20121.

El pasado año, en nombre de la Alianza Shire, la Agencia Española de Cooperación (AECID) firmó el acuerdo marco de este proyecto con la Delegación de la Unión Europea en Addis Abeba.

El proyecto se centrará en tres componentes: extensión de la red eléctrica a servicios y negocios, ilumminación pública, Distribución de sistemas solares domiciliarios, y promoción de pequeños negocios asociados a los servicios de provisión de energía.

Un equipo Local en los campos de refugiados está liderando la coordinación con todos los socios colaboradores o implementadores de la alianza, como UNHCR, Ethiopian Administration for Refugee and Returnee Affairs (ARRA), o las woredas (Gobiernos locales).

En julio, Acciona.org y el itdUPM participaron en una misión para presentar el lanzamiento del proyecto en Shire, así como para recoger datos para la línea solar del proyecto.

Y en octubre, un grupo de investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid, apoyados por la Universidad Hawassa, visitaron los campos de refugiados para la implementación de metodologías multisectoriales para evaluar necesidades y recursos de los campos.

Información general de los campos

La reapertura de la frontera entre Eritrea y Etiopía ha provocado un significativo incremento en el número de llegadas desde Eritrea, así a finales de octubre se llegó a la cifra de 60.000 refugiados en los cuatro campos de Shire.

En octubre se pudo comprobar la situación de emergencia de estos campos. Concretamente en Adi-Harush, donde fue implementado el proyecto piloto, la población se ha duplicado en menos de un años.

En octubre también una auditoría dirigida por IRC en coordinación con ARRA, UNHCR y otros socios, mostraba la relevancia de la energía (especialmente la iluminación) para evitar algunos riesgos derivados de la alta afluencia de refugiados en los campos.

Pero en la última semana hemos recibido buenas noticias. El Gobierno etíope ha aprobado una ley que permitirá a la población refugiada obtener permiso de trabajo, de residencia, acceso a salud, etc..

En los primeros meses de este año, una misión con profesionales de Iberdrola y Signify probablemente viajen a los campos. Al mismo tiempo, se espera que comience en breve la identificación de usuarios para los sistemas solares domiciliarios.

La Red Española del Pacto Mundial, la iniciativa más importante para la sostenibilidad del sector privado impulsada por las Naciones Unidas, y la Fundación Rafael del Pinohan entregado este miércoles, 17 de octubre, los premios GoODS a entidades empresariales y sociales que aplican de forma innovadora los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

 

Entre los 17 proyectos reconocidos, uno por cada ODS, la Alianza Shire recibió el que aludía al ODS 17, Alianzas para lograr los ODS.

Se trata de unos premios que destacan iniciativas puestas ya en marcha y con resultados probados, con el objetivo de que sirvan de inspiración para el conjunto del sector privado español, fomentando la colaboración intersectorial y el diálogo.

La Alianza Shire recibe este reconocimiento en un momento en el que, tras la finalización del proyecto piloto desarrollado en el campo de Adi-Harush (Norte de Etiopía), los socios ya han comenzado a trabajar conjuntamente en tres nuevos campos con la población refugiada y las comunidades de acogida, para continuar mejorando su acceso a electricidad.

La ceremonia de entrega ha estado presidida por Cristina Gallach, alta comisionada para la Agenda 2030 del Gobierno de España, quien ha apuntado hacia la responsabilidad que como sociedad tenemos para que España siga avanzando en su compromiso hacia la sostenibilidad.

Los reconocimientos go!ODS han destacado también iniciativas relacionadas con programas de vacunación y nutrición infantil, salud, género, proyectos de repoblación rural, iniciativas de emprendimiento, empleo y economía circular.

Los reconocimientos go!ODS han contado con un jurado constituido por los siguientes expertos en
sostenibilidad e innovación: Diego Comín, profesor de Economía en el Dartmouth College y miembro del Instituto de Nuevo Pensamiento Económico; Mercedes Delgado, senior lecturer en la Escuela de Gestión de la MIT Sloan School y directora de investigación en el MIT Innovation Initiative Lab for Innovation Science and Policy; Javier García, fundador de Rive Technology y Celera y catedrático de la Universidad de Alicante; Antonio Garrigues, presidente de honor del bufete Garrigues y presidente de la Fundación Garrigues; Manuel Muñiz, decano de la IE School de Asuntos Públicos y profesor de Práctica de Transformación Global en Rafael del Pino;
Joaquín Nieto, director de la Oficina de la OIT para España; Belén Romana, economista y directora digital Business y consejera independiente; Carmen Vela, ex-secretaria de Estado de Innovación, y Víctor Viñuales, director de ECODES.

Un grupo de profesores e investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid han elaborado los mapas de los campos de Adi-harush, Shimelba, Hitsats y Mai-Aini -donde la Alianza Shire trabajará hasta 2022- con las infraestructuras, servicios, recursos y accesos que existen en ellos:

  • Campo de Adi-Harush

Descarga en PDF (Versión junio 2019)

  • Campo de Shimelba

Descarga en PDF (Versión junio 2019)

  • Campo de May Ayni

Descarga en PDF (Versión junio 2019)

  • Campo de Hitsats

Descarga en PDF (Versión junio 2019)

Actualización de información a enero de 2020:

Debido a los enfrentamientos militares entre las fuerzas federales y regionales en Tigray (Etiopía), la Alianza Shire suspende parcialmente su proyecto hasta abril de 2021

Puedes seguir la situación del conflicto a través del portal de Emergencias de ACNUR en Etiopía

 

Población refugiada procedente de Eritrea

La población eritrea, junto con la siria y la afgana representan los grupos más numerosos de refugiados y refugiadas que están llegando a Europa en los últimos meses.

Etiopía se ha convertido en un país de tránsito para los eritreos que intentan llegar a Europa.

Miles de eritreos, muchos de los cuales son menores no acompañados, huyeron de su país debido a las continuas violaciones de los derechos humanos.

Por otro lado, Eritrea es uno los países más herméticos del mundo y por ello es difícil contar con información fiable.

En julio de 2018 se firmó la paz entre Etiopía y Eritrea, después de estar cerca de 20 años en un estado de guerra constante.

Además, en septiembre de 2018 se abrió la frontera entre ambos países.

campos de refugiados

Los campos de refugiados en Shire

Hasta 2020, existían alrededor de 72.000 personas registradas en los campos de refugiados de Shire, al norte de Etiopía con frontera con Eritrea (Dato de ACNUR. Diciembre de 2018).

Eran esencialmente hombres jóvenes que huían del servicio militar obligatorio e indefinido, ahora también están llegando mujeres y niños, cuyo principal motivo para abandonar el país es la reunificación familiar.

Ante la falta de oportunidades en los campos, muchos de ellos se aventuran a un viaje hacia Europa en el que se exponen a grandes peligros como la brutalidad de los traficantes y tratantes, el calor del desierto y el conflicto en Libia durante su paso por dicho país.

Por otro lado, Etiopía se ve expuesto de manera continuada a graves sequías que afectan en conjunto al Cuerno de África, y pueden afectar de manera significativa a los campos.

 

Las comunidades de acogida

La población refugiada tiene una gran relevancia en las dinámicas económicas, y un gran potencial para hacer una contribución socioeconómica significativa a las comunidades de acogida.

Por ello estamos trabajando con ambas poblaciones para aprovechar los recursos de cada una de ellas y mejorar sus servicios básicos y su calidad de vida.

La inclusión de las personas refugiadas permite contribuir a la economía local e impulsar el desarrollo de las comunidades de acogida.

Si se dan oportunidades a los refugiados para sostenerse/apoyarse a sí mismos y a sus familias, pueden contribuir positivamente a las comunidades que los albergan, consiguiendo un empoderamiento mutuo, tanto social como económicamente.

 

El acceso a la energía

Los campamentos de refugiados de Shire, con excepción del campamento de Hitsats, están conectados a la red eléctrica nacional.

ACNUR se encarga, a través de la Administración para Asuntos de Refugiados y Retornados de Etiopía (ARRA), de cubrir los costos de electricidad en los campos mediante el pago a la Empresa de Electricidad de Etiopía (EEU).

Sin embargo, el cableado eléctrico mal instalado y la fuente de alimentación irregular ponen en peligro la disponibilidad del servicio y causan cortes de energía. Por ello, solo hay seis horas de electricidad por día.

Además, existe un alto riesgo de descargas eléctricas debido a la falta de dispositivos de protección, ni para las instalaciones ni para las personas.

Por otro lado, el uso de la leña para cocinar está causando progresivamente la deforestación en las zonas periféricas de los campos.

Las mujeres y las niñas, a cargo de la recolección de leña, deben caminar distancias más largas cada vez, expuestas a riesgos de seguridad.

El proyecto piloto de la Alianza Shire en el campo de Adi-Harush ha logrado extender la iluminación pública a lo largo de cinco kilómetros, e impartir una formación a 19 personas en instalación, gestión y mantenimiento de la red eléctrica y del alumbrado público.

Además, se ha conectado a la red eléctrica diversos servicios comunes como mercados, escuelas, un centro de salud, cocinas comunitarias, etc.

En la segunda fase, entre 2018 y 2022, estamos extendiendo el proyecto a tres nuevos campos de refugiados.

Además de la instalación de la red eléctrica y el alumbrado público, incorporamos sistemas fotovoltaicos domiciliarios, tanto en estos campamentos de refugiados como en las comunidades de acogida.

  • El pasado año, el proyecto piloto desarrollado en el campo de Adi-Harush supuso cuatro kilómetros de alumbrado y la conexión de diversos servicios, entre ellos varios mercados, cocinas comunitarias y una escuela, a la red eléctrica.
  • En los próximos tres años, dentro del marco del proyecto, los cinco socios de la Alianza trabajarán conjuntamente con la población refugiada y las comunidades de acogida en el Norte de Etiopía para continuar mejorando su acceso a electricidad.

El 19 de julio de 2018:

Presentamos en Shire el proyecto de los próximos 3 años para mejorar el acceso a la electricidad en cuatro campos de refugiados de esta región.

En el evento participaron representantes de los socios de la Alianza -formada por Iberdrola, Signify (antes Philips Lighting), Fundación ACCIONA Microenergía, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y el Centro de Innovación en Tecnología para el Desarrollo de la Universidad Politécnica de Madrid (itdUPM)-, así como el embajador de España en Etiopía, Borja Montesino Martínez del Cerro, y el embajador de la Unión Europea en Etiopía, Johan Borgstam.

El objetivo del proyecto será mejorar las condiciones de vida de la población refugiada que vive en los campos de Shimelba, Hitsats, Mai-Aini y Adi-Harush, y de las poblaciones locales que viven alrededor de los mismos, extendiendo el acceso a la red eléctrica de estos campos, instalando sistemas fotovoltaicos aislados y alumbrado público, alcanzando a alrededor de 40.000 personas.

Todo ello se realizará con especial énfasis tanto en la formación como en el diseño de modelos de negocios conjuntos entre población refugiada y comunidades de acogida.

Alejandra Rojo, coordinadora de la Alianza Shire, considera que “no estamos hablando de trabajar de forma tradicional –business as usual-, esto es difícil, pero sólo en alianza podemos resolver problemas complejos”.

El embajador de España en Etiopía, Borja Montesino Martínez del Cerro, destacó en la presentación el enfoque que ha utilizado la Alianza Shire, centrado al mismo tiempo en las personas refugiadas y en las comunidades de acogida, como así señala además el Marco de Respuesta Integral para los Refugiados (PDF), resultado de la Declaración de Nueva York para los Refugiados y los Migrantes de 2016.

Para el embajador de la Unión Europea en Etiopía, Johan Borgstam, “esto no es sólo un problema técnico, sino también social y medioambiental, y de esta forma lo está abordando esta alianza”.

En 2017, la Alianza Shire finalizó su primer proyecto de acceso a energía en el campo de Adi-Harush, donde viven más de 8.000 personas refugiadas, y en el que se conectaron a la red eléctrica una escuela, cocinas comunitarias, pequeños negocios, así como la instalación de cuatro kilómetros de iluminación pública.

El proyecto se realizó junto con la población refugiada, a la cual se formó en conceptos técnicos para la instalación y mantenimiento de estas infraestructuras.

Los impactos de este proyecto han sido numerosos, como la reducción de la deforestación de la zona –recogida de leña fundamentalmente-, la reducción en las emisiones de gases contaminantes derivados de la quema de leña y diésel (junto con el ahorro económico que conlleva), además de una mayor seguridad para las niñas y mujeres en horas de oscuridad.

Estos buenos resultados han llevado a la Alianza Shire a extenderlo a nuevos campos de esta región, iniciando ahora un proceso de co-creación con las entidades implicadas, la población refugiada y la local para que la extensión del acceso a energía también cree oportunidades de formación, generación de pequeños negocios, empleo, etc.

En esta fase también estarán colaborando entidades como la compañía eléctrica nacional etíope (EEU), la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), la oficina etíope para asuntos de refugiados (ARRA), la oficina regional de la energía, la organización holandesa ZOA y el Consejo Noruego para Refugiados (NRC).

 

Etiopía, un país de acogida

Con más de 900.000 personas refugiadas (ACNUR, mayo 2018), Etiopía es de los principales países receptores del mundo y el segundo de África. Los campamentos en la región de Tigray –norte de Etiopía- acogen principalmente a refugiados de Eritrea.

Estos desplazamientos de población suponen un gran reto para garantizar unas mínimas condiciones de vida. Por ello, el acceso a energía se convierte en una de las primeras prioridades y que lleva a la mejora de otros servicios básicos como la alimentación y la educación, generación de medios de vida, reducción del impacto medioambiental, seguridad esencialmente para las mujeres y niñas, etc.

Un reto tan complejo como éste requiere la puesta en marcha de alianzas estratégicas entre actores diversos. Por ello, la Alianza Shire es hoy un espacio de colaboración e innovación que permite a organizaciones con culturas y tradiciones de trabajo muy diferentes colaborar e innovar para afrontar un problema tan complejo como la mejora de los servicios energéticos a personas que tienen que salir forzosamente de sus regiones de origen, estableciéndose temporalmente en campos de refugiados.

El pasado 12 de octubre, Alejandra Rojo, del equipo técnico del itdUPM, presentó en Bristol el proyecto piloto llevado a cabo en el Norte de Etiopía por la Alianza Shire, donde gracias a la coordinación entre administración pública, empresas y universidad, se ha logrado avanzar en la resolución de un problema complejo en la acción humanitaria: el acceso a energía en campos de refugiados.

El simposio

El simposio, organizado por la Sociedad de Científicos Españoles en Reino Unido (CERU), en colaboración con el Instituto Cabot y el Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Bristol, mostró el trabajo de diversos grupos de investigación que actualmente buscan soluciones al problema de la provisión de energía en asentamientos temporales.

Además de trabajar con actores tan diferentes, la participación de los refugiados ha desempeñado un papel fundamental, desde la formación a la instalación de los equipos”, señaló Alejandra Rojo al explicar el proyecto piloto de la Alianza Shire, la primera alianza española en Acción Humanitaria impulsada por el itdUPM y en la que participan Iberdrola, Fundación Acciona Microenergía, Philips Lighting y la Agencia Española de Cooperación.

Avances en los campos de refugiados

En estos momentos ya se ha instalado en uno de los campos de refugiados del Norte de Etiopía alumbrado público en más de cuatro kilómetros y conectados servicios como una escuela primaria, dos cocinas comunales y 36 pequeños negocios, con el apoyo de ACNUR y la Agencia Noruega para los Refugiados.

 

En este simposio también participó Owen Grafham, de Chatham House y co-autor del libro “Calor, Luz y Energía para Refugiados: salvando vidas, reduciendo costes”, en el que destaca la gestión ineficaz de recursos energéticos y que provoca que “alrededor de 20.000 personas desplazadas mueren prematuramente cada año como resultado de cocinar con fuegos de leña”.

Mónica García, de la Agencia Internacional de Energía, se centró en las emisiones de CO2 y en las tecnologías emergentes, como el desarrollo de nuevos disolventes de CO2 para almacenar carbono.

Por último, Irene Merino Jiménez, investigadora del CSIC y del Centro de Bioenergía de Bristol, explicó los beneficios del desarrollo de células de combustible microbianas, basados en el aprovechamiento de residuos orgánicos (como la orina) para generar energía.

Tecnología

Esta tecnología genera energía eléctrica directamente mediante la descomposición de la materia orgánica a través del metabolismo de microbios previamente introducidos en el sistema.

Descarga el último informe de ACNUR sobre las personas refugiadas en Etiopía (Septiembre 2017), en PDF

nautia metodología

El pasado mes de septiembre, Carlos Mataix, director del itdUPM, y Julio Lumbreras, miembro del itdUPM y representante de la UPM para Norteamérica, participaron en la quinta edición de la Conferencia Internacional sobre Desarrollo Sostenible #ICSD2017, celebrada en Nueva York.

En el evento presentaron el artículo académico “UPM campus as a test bed of public policies and social innovation (PDF)” por el que recibimos el premio al mejor paper presentado en el congreso, y “Going beyond rhetoric in building multi-actor environments at universities (PDF)” para explicar cómo el itdUPM se ha ido configurando como espacio privilegiado para la construcción, gestión de alianzas innovadoras entre diferentes actores y la innovación social en sí misma.

Facilitando la alianza

Mataix y Lumbreras explicaron cómo el itdUPM ha logrado provocar y acelerar colaboraciones transformadoras entre disciplinas –más de 200 investigadores de diversas escuelas-,y con otras organizaciones –empresas, administración pública, ONG o instituciones internacionales-.

El ejemplo expuesto en la conferencia, y analizado en el artículo, fue la Alianza Shire, en la que participan tres empresas, dos agencias de desarrollo y una organización internacional.

El itdUPM ha desempeñado un papel clave como facilitador de esta alianza, desarrollando habilidades como la gestión del tiempo, la mediación entre culturas organizacionales diversas, alineamiento de incentivos o construcción de relaciones de confianza.

innovación social

Proyecto piloto

Y el resultado fue el proyecto piloto (PDF) desarrollado en Adi_Harush, campo de refugiados en el Norte de Etiopía, de extensión de la red eléctrica e instalación de iluminación, con la participación directa de la población refugiada.

El diseño del proyecto piloto partía de unos principios que el itdUPM ya está aplicando en sus procesos de innovación:

  • Foco en la formación práctica, en este caso de la población refugiada (learning by doing)
  • Utilizar la infraestructura del campo como un laboratorio.
  • Crear un banco de pruebas de innovaciones que pueden reaplicarse en otros campos.

Reflexionando

La aplicación de estos principios en el proyecto piloto ha llevado a reenmarcar la forma en la que pensamos los campos de refugiados para formularnos las siguientes cuestiones en el desarrollo de la próxima fase de la Alianza Shire:

  • ¿Qué pasaría si pudiésemos extender la idea de laboratorios vivos –living labs– a contextos extremos como son los campos de refugiados?
  • ¿Qué pasaría si pudiésemos cocrear hubs de conocimiento e innovación que puedan extender las soluciones de sostenibilidad en los países de acogida?
  • ¿Y qué pasaría si conectásemos estos hubs en los campos de refugiados con espacios similares en campus universitarios?