Foro de Alto Nivel de la Alianza Shire en Addis Abeba: Energía renovable para transformar contextos humanitarios

El pasado 6 de noviembre, Addis Abeba fue testigo de un Foro de Alto Nivel promovido por la Alianza Shire, un evento que marcó la culminación de años de trabajo de los socios de la alianza para dar acceso a energía en los campos de refugiados y comunidades de acogida de Kobe e Hilaweyn, en Dollo Ado (Etiopía). El encuentro reunió a actores clave del proyecto y del sector humanitario en Etiopía, y permitió compartir resultados, aprendizajes y perspectivas futuras sobre esta iniciativa.

Bajo el título “Acceso a las energías renovables en contextos humanitarios en ETIOPÍA: Empoderamiento de los refugiados y las comunidades de acogida mediante soluciones energéticas sostenibles”, participaron en el encuentro Sofie From-Emmesbergera, embajadora de la Unión Europea en Etiopía, el embajador de España en Etiopía, Guillermo López Mac-Lellan, y Bernard Inkoom, representante de ACNUR en el país.

No faltaron representantes de diferentes organizaciones involucradas en el proyecto: AECID, la ONG etíope Save the Environment Ethiopia (SEE), Iberdrola, Acciona.org, o el itdUPM; así como miembros de organizaciones del sector humanitario, como GIZ Etiopía, el World Food Programme, Humanitarian Energy; y representantes de autoridades públicas locales, como RRS o Woredas.

 

 

Resultados del proyecto e impacto en las comunidades

Tras una bienvenida institucional, tuvo lugar una presentación de los resultados concretos del proyecto. A continuación, con el espíritu de abrir la conversación sobre los modelos de gestión del acceso a energía en contextos humanitarios, y la sostenibilidad de las intervenciones energéticas, se realizaron diferentes diálogos multiactor con representantes de la Alianza Shire, instituciones públicas locales y las principales organizaciones humanitarias o especializadas en acceso a energía.

Abrió el primer panel Lucía Prieto, directora de la Oficina de Acción Humanitaria de la AECID, quien dio una perspectiva histórica de la Alianza Shire, destacando cómo en 2014 esta movilizó esfuerzos multisectoriales para instalar soluciones energéticas sostenibles en el campo de refugiados de Adi-Harush (en la región de Shire), beneficiando a 8.000 personas, y cómo luego el proyecto se expandió a otros campos como Kobe e Hilaweyn (en Dollo Ado, en la región Somali), beneficiando a más de 50.000 refugiados y miembros de las comunidades locales, con la instalación de alumbrado público, una minirred solar y más de 1700 sistemas fotovoltaicos domiciliarios.

¿Cuáles han sido los impactos? Abdulkadir Fareh, de la ONG Save the Environment Ethiopia (SEE), explicó que la iluminación pública no solo ha mejorado la seguridad, sino que ha permitido la ampliación de actividades económicas nocturnas, fortaleciendo la cohesión social. “Para las mujeres, salir de noche ya no es motivo de temor, y los negocios locales han florecido en horarios extendidos”, declaró.

Además, el acceso a energía renovable ha reducido la dependencia de la leña, mitigando así la deforestación y contribuyendo a la sostenibilidad ambiental, destacó Rosario Sánchez, representante de Iberdrola. En particular, la instalación de la minirred que ya abastece de electricidad fiable y constante a 16 centros comunitarios en Kobe (entre los cuales hay escuelas y centros de salud), ahora facilita servicios esenciales como la refrigeración de medicamentos, la esterilización de los centros y mejora los entornos educativos.

Macarena Romero, de la AECID, señaló principalmente los impactos que ha tenido la intervención en cada campo. Por ejemplo, en el campo de Hilaweyn más de 1.700 hogares se benefician de energía solar, y que las escuelas de Kobe han experimentado una transformación importante: ahora los alumnos pueden estudiar en buenas condiciones, y los programas de alimentación escolar han mejorado la nutrición y la asistencia.

Cristina Ruiz, de la Fundación Acciona.org, se centró en el impacto de la formación técnica a las cooperativas locales de ambos campos de refugiados, que ahora tienen la capacidad de mantener la infraestructura solar y gestionar los sistemas energéticos de manera autónoma. “Esto no solo fomenta la apropiación local, sino que asegura que los beneficios del proyecto se extiendan más allá de su implementación inicial”, afirmó.

Aun con resultados positivos, los invitados compartieron que persisten desafíos, como garantizar la disponibilidad de piezas de repuesto conectando las cooperativas energéticas locales con los proveedores de estas piezas, y lograr que la comunidad local acepte un modelo basado en el de pago por servicio.

Con respecto a esto último, Manuel Pastor (Fundación acciona.org) defendió la necesidad de un modelo de pago por servicio, esencial para mantener la infraestructura a largo plazo. “La transición de un modelo basado en subvenciones a un modelo de provisión de servicio en el que los beneficiarios contribuyen económicamente plantea retos en términos de aceptación por parte de la comunidad. En el caso de la Alianza Shire, este cambio requirió un amplio diálogo y esfuerzos educativos para garantizar que la comunidad comprendiera el valor de la prestación de servicios sostenidos en el tiempo”, apuntó.

 

Mirando al futuro: expansión del modelo y el reto de la sostenibilidad

El Foro concluyó con un llamamiento a expandir las soluciones exitosas a otros campos de refugiados y comunidades de acogida, siempre adaptando los modelos a los contextos locales. Bajo la moderación de por Stefan Wetzel, representante de la Unión Europea, y Javier Mazorra, del itdUPM, los panelistas coincidieron en que la colaboración entre actores humanitarios, empresas privadas y comunidades locales es esencial para garantizar la sostenibilidad de estas iniciativas.

Con todo, la Alianza Shire ha demostrado que el acceso a la energía puede transformar vidas, generando oportunidades económicas, fortaleciendo la educación y protegiendo el medio ambiente. Sin embargo, para que estos avances sean duraderos, es fundamental combinar mantener la financiación, fomentar las alianzas y promover un enfoque participativo que ponga a las comunidades en el centro del desarrollo.