El coste de la electricidad en los campos de refugiados de Shire

Reunión del equipo de la Alianza Shire con representantes del pueblo que acoge el campamento de Mai Aini

El pasado mes de mayo, un equipo de la Alianza Shire ha estado visitando los campos de refugiados donde estamos trabajando hasta 2021, con el objetivo de coordinar el proyecto con las organizaciones socias, la población refugiada y las comunidades de acogida, así como recopilar información técnica.

Estas visitas han permitido conocer de primera mano cuáles son las condiciones de acceso a energía de la población refugiada y cómo están funcionando algunos de los pequeños negocios que existen en los campos, los recursos con los que cuentan o las necesidades para mejorar esos negocios.

En el caso del campo de Shimelba, con más de 1.700 asentamientos, cuenta con cinco generadores privados a los que no más del 30% del campo está conectado. A partir de estos generadores, las familias pagan 100 birr al mes (3 euros) por un punto de luz y 600 birr al mes (18 euros) por electricidad para una nevera.

Tienda en el campo de refugiados de Mai-Aini

En este campo nos encontramos con diferencias sustanciales entre el coste del acceso a energía entre el propio campo y la comunidad de acogida. Así, uno de los pequeños negocios visitados paga por un punto de luz durante cuatro horas al día 90 birr al mes (2,7 euros) y por energía para una nevera 150 birr al mes (4,5 euros).

En cambio, otra tienda en la comunidad de acogida paga por un punto de luz 30 birr al mes (0,90 euros) y por la energía para una nevera 27 birr al mes (0,80 euros).

Esta diferencia se debe a que en el campo de refugiados, la electricidad proviene de generadores privados, mientras que en la comunidad de acogida se suministra a través de conexiones irregulares a la red eléctrica.

Campo de refugiados de Shimelba

Uno de los negocios más habituales en los campos de refugiados es la recarga de móviles, así como reparaciones de pequeños electrodomésticos (móviles, radio, televisión, etc).

En el campo de refugiados de Mai-Aini, Abdel Hatil -nombre ficticio por razones de seguridad- tiene un taller para este tipo de reparaciones desde hace 10 años. El taller está conectado a la red eléctrica general de forma irregular, y paga por un punto de luz 100 birr al mes (3 euros).

En el campo de Hitsats, Koren Hall -también nombre ficticio- tiene una pequeña tienda que dedica únicamente a la recarga de móviles. Está conectado a un generador privado por el que paga 450 birr al mes (14 euros). Cada día recarga una media de 100 móviles, y cobra 2birr (0,06 euros) por cada una de estas recargas.

Los problemas de acceso a electricidad en estos casos son similares y, en muchas ocasiones, la población refugiada no tiene capacidad para asumir los costes, fundamentalmente aquellos que provienen del suministro de generadores privados.

Desde la Alianza Shire, se estudia un modelo que permita un acceso a energía asequible y de calidad para la población refugiada y las comunidades de acogida, y que asegure un mantenimiento a largo plazo a través de la formación y generación de pequeños negocios para el mantenimiento.